Burgos y su provincia encontraron un lugar excepcional en la obra de Dionisio Ridruejo (1912-1975), que comenzó por aquí el proyecto magno de escribir una guía personal de Castilla la Vieja. El entusiasmo de Ridruejo por la provincia fue enorme, como se intuye por el balance que hace de su patrimonio: “El censo monumental de la provincia es impresionante: más de 30 castillos y otros tantos palacios, 75 unidades románicas y 39 góticas, solo en arquitectura religiosa. Una docena de modelos platerescos, seis ejemplares más o menos ruinosos de arte visigodo, algunas muestras mudéjares y almohades, once museos y un número importante de archivos de interés histórico”. Como dice en su prólogo a esta edición el burgalés Manuel de Lope, “La guía de la provincia de Burgos es ante todo exactamente una guía, según las normas del género… entre la pasión histórica y la copiosa enumeración de monumentos sin perdonar ermita, siempre hay un resquicio para la mirada del poeta…y también hay lugar para el agudo análisis intelectual, como cuando resume en una breve frase la interpretación simbólica del arco de Santa María. Hay una solemnidad de buena ley, una especie de culto a los antepasados... Por todo ello, la guía de Ridruejo proporciona un conocimiento diferente. Es el diario de un viajero erudito, de espíritu catalogador, al que se suma una virtud que sólo puede definirse ambiguamente como “sensibilidad”… Esta guía de la provincia de Burgos, “tiene la autoridad que le confiere su autor, un hombre de mirada entendida, de carácter honrado y de corazón grande.”Esta edición cuenta con ciento siete fotografías sobre los distintos lugares por los que nos lleva el autor.